Información General
El albergue está localizado al pie del Cerro Muchilla o la montaña Muchilla, en la provincia de Limón, zona Atlántica de Costa Rica. El Cerro Muchilla es parte del afloramiento de la zona montañosa al sur de Costa Rica., en la cordillera de Talamanca y pertenece en gran parte a la Reserva costarricense/panameña Biosfera La Amistad. Esta zona protegida consiste en una base –El Parque Nacional La Amistad- y múltiples reservas indígenas y de vida silvestre en sus alrededores (las cuales también funcionan como reservas de vida silvestre). Sumando un total de alrededor de un millón de hectáreas (2.2 millones de acres) de tierra protegida. El “cinturón verde”, el cual se extiende en el sur de Costa Rica desde el Este hasta el Oeste, permanece como el territorio menos explorado del país y su riqueza biológica ha sido escasamente estudiada.
Selva Bananito Lodge ha sido construido en nuestra finca familiar, de la cual tan sólo un tercio es utilizado para la agricultura. Nuestro padre, Rudi Stein; quien ha cultivado en Costa Rica desde los cincuentas, compró la tierra para la siembra y explotación de la madera en 1974. Recién comprada la propiedad, obtuvo permiso del gobierno para la tala selectiva de árboles en las partes forestadas de sus tierras. Este permiso casi no se utilizo y en 1974 nuestra familia decidió declarar los dos tercios de la finca intacta (850 hectáreas o 2000 acres), como una reserva biológica privada. Además construyó el albergue como una fuente alternativa de ingresos. Esta fue una decisión moral, no económica, ya que el ingreso obtenido del albergue jamás se acercará al valor comercial que tiene la madera protegida.
Las cabinas se ubican en una colina rodeada por dos riachuelos. Desde un lado de la colina, usted puede observar el río Bananito y su valle, en el cual se encuentran los pastizales, las plantaciones y las áreas reforestadas de la finca (¡Lugar ideal para observar aves!). Del otro lado, sus ojos quedarán impactados con el Cerro Muchilla y la Biosfera La Amistad, los cuales colindan con la finca.
Nosotros estamos concientes de que nuestra sola existencia afecta este ambiente, pero tratamos de minimizar el impacto de muchas maneras. En lugar de construir las cabinas cerca de o en el bosque, nosotros las ubicamos intencionalmente en un área que ya había sido alterada por la actividad humana. El ochenta por ciento de la madera utilizada para construir las cabañas se obtuvo de madera de “segunda clase”, desechada por los taladores de árboles que los cortaron con otros propósitos. Casi más del veinte por ciento de un árbol es clasificado como de “segunda clase” y usualmente es tirado a la basura. Nosotros deseamos dar el ejemplo demostrando que se puede maximizar el uso de un árbol una vez cortado, ya que utilizar árboles de manera eficiente es una forma de reducir la deforestación.
Cada cabina se sostiene sobre pilotes, siguiendo el tradicional estilo caribeño. Este tipo de arquitectura reduce la humedad que se acumula debajo de los edificios, mejora la ventilación y la vista y, además los insectos y otros animales se mantienen alejados de las cabinas. ¡Sin embargo, probablemente usted querrá revisar sus zapatos antes de ponérselos, para asegurarse de que no haya inquilinos no deseados en ellos!
Muchos hoteles y albergues de Costa Rica utilizan el encantador techo de palma, inspirado en la arquitectura indígena tradicional. Sin embargo, el uso excesivo de la palma suita ha contribuido a su extinción. Sumado a esto, este tipo de techo requiere ser fumigado regularmente con pesticidas, para mantener los insectos alejados de las cabinas (esto sin importar si los gerentes de los hoteles lo permiten o no). Es por esta razón que nosotros optamos por utilizar cartón alquitranado grueso o techo sintético.
Nosotros procuramos crear un ambiente silencioso y relajante para nuestros huéspedes y para nosotros mismos, eliminando el uso de electricidad y de esta manera estar en sintonía con el entorno.
El edificio principal está localizado en la parte opuesta a la entrada de las cabinas. Aquí usted podrá guardar objetos de valor.
Siguiendo el camino principal que baja la colina; usted encontrará nuestro rancho, el cual cuenta con un área para cenar, un bar y una pequeña biblioteca en la segunda planta. La cocina y área de personal se encuentran en la planta baja. Las comidas se sirven en el rancho y es importante que nos informe de cualquier restricción en su dieta en cuanto le sea posible.
Las zonas cultivadas de la finca tienen una parte histórica que vale la pena ser contada. Estas tierras fueron arrendadas del gobierno en los años veintes, por empleados de una compañía bananera de los Estados Unidos. Ellos cosecharon el bosque primario de ciertas partes del valle del río Bananito, mientras la compañía establecía plantaciones de banano a mediana escala en la región costera cercana. Una combinación de factores; incluyendo la gran recesión de 1929, inundaciones masivas y enfermedades en el banano, forzó a la compañía a alejarse de la región en la década de los veintes, quedando la tierra abandonada.
Cuando nuestro padre compró las tierras en 1974, los campos bananeros se habían convertido en bosque secundario. Entonces limpió el sotobosque y estableció un sistema de cultivo sostenible e integrado. Combinando el plátano, el cacao y el coco enano, todos intercalados con árboles nativos conocidos en la zona como laureles (Cordia alliodora). Al principio este sistema funcionaba bien debido a que el plátano producía cultivos buenos. Sin embargo, después del tercer año el plátano sucumbió ante una seria enfermedad producida por un hongo (sigatoca) y por tanto fue eliminado. Para el momento en que las plantas de cacao alcanzaron su madurez, era evidente que el híbrido que el banco de Rudi Stein había requerido que se plantara como parte del préstamo, era de calidad inferior al de las tradicionales variedades locales. Al mismo tiempo, los cocos enanos desarrollaron una severa enfermedad en sus raíces, derribando la mayoría de las plantas y, las restantes no merecían ser cosechadas debido a los bajos precios del mercado. Posteriormente, la finca produjo bananos orgánicos, los cuales también dejaron de ser cultivados debido a los bajos precios en el mercado.
Después de muchos años de probar diferentes alternativas de siembra, la finca es hoy hogar de un proyecto de reforestación y de un programa de reproducción de ganado, previsto para producir razas con doble propósito, i.e. y ganado para la producción de leche y carne. Dentro de poco, una plantación de aceite de palma de tamaño moderado será cultivada. Usted tendrá la oportunidad de conocer más acerca de la finca en el tour guiado que ofrecemos.
En Selva Bananito Lodge and Reserve ofrecemos tranquilidad, belleza, contacto cercano con la naturaleza y, la oportunidad de tener una experiencia de primera mano en el bosque lluvioso. También ofrecemos la oportunidad de dar un vistazo a la agricultura en el trópico húmedo. Muchos resorts turísticos ofrecen a los visitantes estar en contacto con la exquisita belleza natural del país, pero el nuestro se encuentra dentro de los pocos que han adoptado una posición a favor de la protección ambiental. Nosotros mantenemos el número de visitantes que entran a la reserva dentro de estrictos límites en todo momento y creamos la Fundación Cuencas de Limón, la cual se ha convertido en un líder regional como protectora del recurso hídrico y de programas educativos sin fines de lucro. La fundación obtiene sus fondos de contribuciones privadas y de los ingresos generados por Selva Bananito Lodge.
Al decidirse a visitarnos, usted se convierte en parte integral del proceso de conservación y nosotros le estamos muy agradecidos.
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